Tras el estudio de la lesión, diagnosticamos de verruga plantar (papiloma) a una paciente (mujer), que acude a consulta por dolor plantar a nivel de la primera cabeza metatarsal en pie derecho.

Esta lesión afecta mayormente a niños, adolescentes, así como cualquier persona con el sistema inmunológico débil. Acceden al individuo a través de pequeñas lesiones como pueden ser cortes o grietas.

El medio de contagio son los ambientes húmedos tales como piscinas, duchas, saunas, etc.

Se definen como una tumefacción benigna dérmica, de origen vírico, en concreto del tipo Papiloma Humano (VPH).

Tienen aspecto de coliflor con una superficie circunscrita y con pequeños puntitos negros en ella, esos puntitos corresponden a capilares trombosados de la dermis papilar. También se acompañan de un anillo blanco, duro y queratósico en su contorno.

Se pueden confundir con un heloma (callo) o una hiperqueratosis (dureza). Para hacer un diagnóstico diferencial con este, además de fijarnos en las características mencionadas anteriormente, suelen producir dolor al pellizcar en vez de a la presión.

Aunque en ocasiones remiten por sí solas, es conveniente acudir al podólogo para evitar la diseminación en el propio paciente o contagiárselo a otras personas. Ante cualquier sospecha, no dudes en pedir cita en Clínica de Podología David Marín en Badajoz.

Para el tratamiento de la verruga plantar (papiloma) se pueden utilizar:

• Agentes químicos: como puede ser el ácido nítrico.
• Sustancias vesicantes / citostáticos: como pueden ser la cantaridina / bleomicina.
• Láser.
• Cirugía: cuando los tratamientos conservadores fallan.

En este caso, optamos por tratamiento con láser, con el que sólo hemos necesitado dos sesiones (una por semana) para erradicarlo completamente. Se realizó revisión a las dos semanas y al mes para asegurarnos de que el resultado había sido positivo y no se había producido recidiva.

Para evitar contagiar al resto de familiares en el domicilio y también que aparezca en un futuro, indicamos los siguientes consejos:

• No andar descalzos, sobre todo en lugares públicos, piscinas, duchas, polideportivos, etc.
• En caso de usar calzado cerrado, utilizar calcetines que transpiren y eviten el sudor.
• Usar una toalla para los pies y otra para el cuerpo. Lavar la toalla de los pies tras su uso.
• No intercambiar zapatillas, calcetines, chanclas, toallas etc.
• Después de ducharse, limpiar con lejía la bañera o ducha, así como, la desinfección de calzados, calcetines, sabanas, etc.
• Cuidar la alimentación, para que el sistema inmunológico se refuerce.
• Especial atención al déficit de vitamina B, suele estar asociado.
• Tratar debidamente las lesiones de continuidad en la piel, dado que son puertas de entrada.
• Si se utilizan tijeras, limas o cualquier instrumento, no utilizar para cualquier otra zona del cuerpo o para otras personas.
• Evitar situaciones de estrés, ansiedad y cambios emocionales ya que están relacionados.